Estuvo quizá más brillante en la primera parte de la temporada que en la segunda, como todo su equipo en general, pero sin Mikel no se entiende esta Real que funciona de maravilla. Jugó algunos partidos de lateral zurdo en el arranque de curso, pero ha destacado sobre todo como central por ese costado. Aunque no siempre fue indiscutible en un centro del campo dominado por Casemiro, Modric y Kroos desde hace años, acabó siendo un jugador clave en la recta final de la temporada del Real Madrid, con actuaciones determinantes tanto en la Liga como, sobre todo, en la Champions.