El pintor decidió quitarle los derechos al club en octubre de 2004, pocos meses después de lanzarla, ya que los directivos de la institución nunca se comunicaron con él. De este modo, la primera camiseta del actual campeón de Europa, cuyo diseño es calificado de «audaz y simple al mismo tiempo», continúa con la tradición clásica del Real Madrid y presenta un nuevo tono de color blanco que sirve como una sutil actualización, y una construcción diferente en el cuello, con un botón con el nombre del club grabado.