Las críticas no exageraban. La niña Griselda, que andaba con un cubo rociando las matas, camiseta seleccion eeuu futbol me observaba inquieta. Se me olvidó decile que yo estaba obligao a yevarle la curiara. Aguardo a Barrera, camiseta de italia mundial 2022 que amaneció por aquí. Y queriendo perdonar, me repetiría que era imposible el perdón, aunque la enmienda superara al propósito y a la súplica. Al rayar el día, ensillé el caballo de Miguel y puse la escopeta en el zarzo.