La instrucción, sin embargo, cada cuál la ha interpretado como ha querido: hay quién ya traía la camiseta puesta de casa, otros se han cambiado antes de hora y muchos otros se han superpuesto capas de ropa en función del calor. El problema no es el desnudo en si, sino la contradicción de enseñar las tetas en la playa y tapárselas en cualquier otro contexto como si fuera algo prohibido.