Pero no había pasado ni un año de la boda y el heredero ya mantenía una doble vida con la camarera y aspirante a actriz Yuvadhida Polpraserth, con quien tendría cuatro hijos -todos ellos considerados ilegítimos;tres hicieron pública una carta en 2011 denunciando el abandono al que habían sido sometidos por su progenitor-. La boda se había celebrado con absoluto secretismo, aunque después se difundieron algunas imágenes. El enlace contó con una docena de privilegiados testigos, incluido el primer ministro, el general Prayut Chan-Ocha.