El corte es quizá algo menos definitivo, si bien es evidente que una camisa de traje o de esmoquín es más rígida estilísticamente hablando. Una vez tienes claro el contexto, es hora de elegir la camisa y cómo llevarla. De lo contrario, acabarás haciendo cosas forzadas, que no funcionan las mires por donde las mires, como cuando hace un lustro le dio a tanta gente por llevar media camisa por dentro y medio por fuera.