A nivel defensivo no es el mejor sistema pero tengo que adaptar las características de los jugadores y buscar equilibrio entre defensa y ataque”. Desde antes del silbato inicial, el Madrid tuvo el apoyo incondicional de las gradas del Rose Bowl, sede de la final del Mundial de 1994, convertida en una marea blanca con miles de camisetas del equipo español. Lo peor al descanso fue el abultado parte de bajas, ya que Gündogan y Christensen en el Barcelona y Mendy en el Madrid se retiraron antes del intermedio por molestias físicas.